Las Carmelitas Descalzas de LOGROÑO somos una Comunidad teresiana formada por 17 Hermanas. Estamos situadas en Travesía Avenida de Madrid, justamente enfrente de la Clínica “Los Manzanos”. Quizás, sea ésta una de las zonas más hermosas de la ciudad de Logroño, o al menos, de las más atrayentes. Prueba de ello es que cada día está siendo más poblada, sobre todo, con la construcción de modernas urbanizaciones. Algo que nos encanta, dispuestas a acoger siempre a quien se acerque.
Nosotras nos sentimos como el corazón espiritual de todo este entorno, convencidas de que nuestra vida orante y fraterna, austera y sencilla, es para todos. Y, realmente, así lo es. No sólo para los que viven más cerca de nosotras, sino para todos los logroñeses y riojanos. Pertenecemos a esta tierra, tan querida, y a esta Diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño, que llevamos tan entrañada. Sin dejar de experimentar un hondo sentimiento y sentido de universalidad.
Nuestra presencia en Logroño se remonta al año 1651. Lo más central de nuestro carisma es la oración, entendida según la definición de nuestra Madre Santa Teresa de Jesús como “tratar de amistad, estando muchas veces tratando a solas con quien sabemos nos ama”: Dios, Padre, Hermano, Amigo, Esposo, Amor. Esto constituye una grandiosa experiencia, convertida en vivencia, según las palabras del apóstol Juan: “Y nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene, y hemos creído en él. Dios es Amor y quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él” (1Jn 4,16). He aquí el núcleo de nuestro radical seguimiento a Jesucristo mediante la práctica de los consejos evangélicos de virginidad, pobreza y obediencia. Y el fundamento de este “pequeño colegio de Cristo”, que es un Carmelo teresiano.
Nuestra oración es frecuentemente de alabanza, de adoración y de acción de gracias a Dios e intercesión, acogiendo en ella las intenciones y necesidades de todos los hombres, hermanas y hermanos nuestros. Además de una intención existencial, siempre latente en nuestro corazón: la santidad de la Iglesia y particularmente de los Sacerdotes, según el legado de nuestra Madre Fundadora.
En clima de silencio y soledad, la oración, la fraternidad y el trabajo, junto con los ratos de formación, de sano esparcimiento y descanso, van configurando nuestra vida sencilla y a la vez profunda, alegre y feliz, las 24 horas del día.
La jornada litúrgica la iniciamos con la celebración de Laudes, como primera oración de alabanza a la SS. Trinidad. También cantamos y rezamos en honor de María. Los Carmelos son “Casas de la Virgen”. Ella está aquí presente y actuante, como Madre de Cristo, de la Iglesia y de todos sus hijos, es decir, de toda la Humanidad.
Celebramos diariamente la Eucaristía a una hora propicia, para que pueda participar con nosotras un grupo de personas -hombres y mujeres- de los alrededores.
También el rezo del Rosario y la liturgia de Vísperas están abiertos a esa participación.
El primer sábado de cada mes, la Comunidad celebra una Jornada de Oración por las Vocaciones, con exposición del Santísimo. A este acto suele asistir un buen número de personas, sobre todo consagradas. Invitamos a participar especialmente a los jóvenes, chicos y chicas, para dar un nuevo y vigoroso impulso a esta oración “al Dueño de la mies”.
Al llegar a este punto, pensamos en tantas jóvenes vocacionadas a las que dirigimos una particular invitación a pasar con nosotras un período de tiempo e 1 a 3 meses, ayudándoles a discernir la llamada de Dios, compartiendo con nosotras lo que somos y vivimos: “Venid y veréis” (Jn 1,39).
Desde un profundo sentido eclesial de comunión y misión, anhelamos contribuir a la expansión de nuestro carisma y espiritualidad, conscientes de su riqueza y perenne actualidad, para lo cual proporcionamos, a quien lo desee, una escogida selección bibliográfica de los autores más representativos del Carmelo Teresiano: Santa Teresa de Jesús, San Juan de la Cruz, Santa Teresa del Niño Jesús, Santa Teresa Benedicta de la Cruz (EDITH STEIN), la Beata Isabel de la Trinidad, y otros, convencidas de que, dada su proyección humana y espiritual, no sólo son pertenencia del Carmelo Descalzo, sino patrimonio irrenunciable de la Iglesia universal y de toda la Humanidad.
Carmelitas Descalzas de la Federación de San Joaquín de Navarra. © 2015- 2021