El convento de las Carmelitas Descalzas y la capilla del Carmen de Maliaño levantadas a finales del siglo XVIII (la casa fue contratada en 1786) sobre los planos dados por José Alday Fernández, Maestro Mayor de Obras de la ciudad de Santander, siguiendo un encargo del obispo Rafael Tomás Menéndez de Luarca. El lugar fue residencia de descanso de los obispos santanderinos.
En este privilegiado lugar, al borde de la bahía de Santander, nos juntó el Señor para orar por la Iglesia y el mundo, y ser para cuantos nos rodean callado testimonio de Dios.
Carmelitas Descalzas de la Federación de San Joaquín de Navarra. © 2015- 2021